Re-corriendo La Vida Manca

Donde se funden orbayu y sol,
donde comienza la ruta de Mon
y hay pasión por andar y no retroceder,
tú di “es por allí” que yo diré “amén”.

Marquesita, Nacho Vegas -Cómo hacer crack, 2011

 

A veces me cuesta mucho conciliar el sueño, algo más frecuente de lo que quisiera, pues soy una persona de dar vueltas a la cabeza cuanso me acuesto. Vueltas, vueltas. Vueltas físicas y vueltas mentales. Situaciones, pasadas, presentes o futuras. Laborales, de la vida, mías o de los míos, alegrías y penas; nervios la noche antes de una carrera… preocupaciones del Primer Mundo como dice Mikeboy.

Pensamientos nocturnos que, sólo por el mero hecho de la nocturnidad, parecen más graves y a menudo, insalvables, de lo que son. Y es en ese punto, cuando ataca la  ansiedad del  ‘duérmete ya que te quedan menos x horas hasta que suene eldespertador’, es el momento de sacar cuando mi arma reluciente, preciada  e infalible:  Nacho Vegas. Cualquier disco, cualquier canción.

Lo dejo sonar y en dos o tres canciones, el disco sigue sonando pero yo ya estoy en otro sitio. No, no es una cuestión de aburrimiento agotador. Todo lo contrario. Es justo todo lo contrario. Es su voz envolvente la que me proporciona la paz, calma y tranquilidad necesarias para aislarme de mundo y que no importe nada más que escuchar esas letras, escuchar, esa voz.

Lo escucho en otras muchas ocasiones, pero esta es sin duda, mi preferida. A veces me sirve también Thom Jorke, pero como Nacho,  ninguno.

No detallaré aquí porque siento admiración por Nacho Vegas. Podría, pero me lo guardo para mí y sobre todo, por respeto. No creo en la crítica musical. Creo en lo que la música significa para cada persona. Para el que la crea y para el que la recibe.

Pero bueno, este post, no va de eso. Este post va de todas las ocasiones en las que he diseccionado sus letras en ese momento de concentración previa a la pérdida de consciencia y he viajado por los lugares y sentimientos que recorren.  Hoy va de Nacho Vegas, otro día irá de otros músicos.

Pero hoy, ahora, quiero hablar de Norteña, en los últimos tiempos abiertamente, Gijón. Quiero compartir la emoción que me ha provocado recorrer con mis zapatillas, los escenarios que tantas veces he recorrido con mi mente.

Aprovechando un fin de semana en Gijón por asuntos familiares; y teniendo que compaginar el entreno de la tirada larga 3 semanas antes del maratón, decidí correr por algunos de los lugares que menciona en algunas de sus letras, especialmente una canción que me encanta, La Vida Manca (Resituación, 2014). Una canción que en sí es una tirada larga.


Ahí va…( recomiendo escuchar la canción mientras lees la letra…ahora, dale al play ;)

https://open.spotify.com/track/1ZuYLnurOdv8O2eSTXpiuj
La Vida Manca- Nacho Vegas, Resituación 2014

» Amanecí con la única certeza de que hoy iba a morir, tres noches de insomnio, sabía que esto iba a ocurrir.

Y salgo a la calle y siento unas ganas horribles de destrozar, algo que no sea frágil, que me pueda mancar.

Vi una pared, fui a por ella.

Y al tercer cabezazo ya sentí brotar la sangre de mi nariz, chillé mirando hacia las nubes, no creeréis lo que vi:

una valla enorme y en ella la cara sonriente del desgracia’o que permitió que echaran de su casa a Conchita y a Ladislao, y a otros cincuenta vecinos.

Y así me puse a trepar, logré llegar hasta él y le arranqué de cuajo la nariz.

Volví a mirar el cartel, vi que rezaba «ilusión».

Pero allí lo ilusionante fue que no tenía bastante y le arranqué aquella sonrisa también.

Dije: «¿inspira esto ilusión?, porque a mí me inspira muerte».

Y en dos minutos, y a la vez, llegaron policía y guardia civil.

Se enzarzaron entre ellos, yo aproveché para huir, y mis ropas hechas jirones apestaban a muerte y destrucción.

Pensé: «tendría que hacer algo para apartar de mí este olor».

Fui hasta La Vida Alegre.  Llegué y me dijo Isa que la vida allí no tiene prisa por terminar, y cantó por Lucha Villa que pa’ qué nos vamos a lamentar.

Si total, lo que no saben ellos es que está de nuestra parte la mar, y aunque allí también huela algo a muerte, podríamos llegar a expropiar un día el club de regatas.

Y en un impulso vital, sentí la necesidad de ir bañarme a La Cantábrica,


llamar a Luco y a Juan y hacer lo que nos divierte.

Después, cruzar las siete esquinas y llegar a Zarracina

 

y, tal vez, coger cuarto y mitad, porque si me pongo bien no me acuerdo de la muerte, no me acuerdo de la muerte.

Y solo un rato después, logré volver a dormir,soñé que el mundo era otro lugar;yo entraba en un chalet y percibía el hedor y vi un cuerpo hinchado y flotando boca abajo en la piscina, creo que era Miguel Bosé, y unos metros más allá Víctor y Ana mirando.

Y empapado en sudor, desperté de aquel horror, y sin embargo creía sentir que algo cambió por aquí, tal vez sería nuestra suerte y volví a cruzar las siete esquinas y llegué hasta Zarracina: «cogeremos otro cuarto más, no ves que me pongo bien y me olvido de la muerte».

Ahora no sé si esto lo soñé o fue del todo real,hay quien me llama tímido, hay quien me dice imbécil social.

Da igual, lo que tengo claro es que este viaje está tocando a su fin, y así me fui vagabundeando igual que si fuera un perrín, abandonado en la calle.

Subí al cerro y miré, aquello empezaba a arder, y me sentí algo así como feliz.

   

Ya puedo echar a rodar, es hora de marcharse.Me despeñé en tres piruetas por el cerro hacia mi meta, que no era otra cosa que la mar.

¿Sabéis cómo es el final? Es como un desparramarse, como un desparramarse.»

******

Gijón, Ciudad Vampira – Nacho Vegas, Resituación 2014

https://open.spotify.com/track/4G83GlI8euYjstfsgTEVcq

«Ví a gente triste en el autobus, ví a gente triste en la Avenida Schulz

Ví más gente triste en El Molinón»

******

La plaza de la Soledá- Nacho Vegas, Cajas de Música difíciles de parar, 2003

«Al llegar al puerto subes por el barrio pescador.

Dejas a tu izquierda aguas sucias bajo el sol. 

Y sobre tu cabeza chillan, dando vueltas, gaviotas que te guiarán.
Sólo avanza un poco más, y quizás me oigas cantar:

¿Quién me habrá robado el sol, que hoy no siento su calor, y las ropas que cubrían mi piel, han tornado desnudez?

Si es que escuchas esto, habrás llegado a la plaza de La Soledá.» 

******

Actores poco memorables- Nacho Vegas, Resituación 2014
https://open.spotify.com/track/0DydlPenooymMsh0rHy5GQ

(En este caso no es un lugar que aparezca en la letra sino en el video de la canción.  Es un lugar importante para mi hermano y su, nuestra, familia asturiana. Se trata de la librería-cafetería La Revoltosa.)

‘Se duermen, por las esquinas, dicen que sólo hacen su papel, espían por rendijas a otros que jamás los ven’ 

La Revoltosa, maravillosa y acogedora perfecta para alimentar cuerpo y espíritu.  Regentada con mucho cariño por Vero y Oriol, es de esos lugares en los que te quedarías el día entero. Todos los días.

No podía faltar la visita, por razones ajenas al recorrido de este post, pero casualmente relacionado. Como parada final en forma de avituallamiento cervecero artesanal asturianin servido con unas delicias cocinadas por la madre de Oriol.

Y por supuesto, me llevé un par de libros, donde quizás, encuentre la inspiración para la siguiente tirada larga  :P

Sin duda, han sido los 30km más emocionantes y divertidos de toda mi historia de tiradas largas. Voy a  tirar de estos momentos y aferrarme a ellos si se acerca el ‘chapas’ del hombre del mazo el día del maratón sin lugar a dudas!

Y ahora, cuando escuche  esas canciones, ya no serán más imaginaciones, serán, recuerdos.


3 comentarios en “Re-corriendo La Vida Manca

  1. Que buen post! y que suerte poder desvirtualizar lo imaginable y hacerlo realidad durante 30 km. Así vale la pena hacer las tiradas largas. Que te vaya todo bien en el Maratón de BCN con el plus de motivación de este «paseo» por Gijón.

  2. Muy bueno, pero tienes un error. El Zarracina de la canción no es el edificio que pones ni el centro de salud que está en él ni la calle Tomás Zarracina. Es un bar de toda la vida que está en las cercanías de la Cantábrica. Por eso dice que después de bañarse allí cruzó las siete esquinas y fue a Zarracina.

Replica a Arturo Tejedor Cancelar la respuesta