Estaba inscrita en los 10k de la Nocturna de L’Hospitalet. Se me apareció un fantasma de las carreras pasadas, el de Forrest Gump , así que decidí plegar antes de hora y terminar la carrera de 5km. Al final la experiencia va a ser un grado. Fin.
Y si quieres leer la versión extendida, acá.
Desde Jueves Santo, con una Semana Santa terminada en cama, el martes previo a la carrera me voy a casa a mitad de la jornada laboral porque el trancazo es insostenible, así que desesperada como una yonki con el síndrome de abstinencia, le supliqué a la farmacéutica: ‘dame argo por favó’. Y me dio una caja de Pharmagrip. A la mañana siguiente, me desperté considerablemente mejor y volví a trabajar. El jueves decidí dejar de tomar el medicamento puesto que ya me creía curada; pero por la noche, volví a recaer, así que Pharmagrip al canto. Durante el viernes, se repitió el proceso de mejoría y volví a dejar de tomarlo. El sábado por la tarde, empecé a encontrarme regular, pero tenía carrera nocturna y me autoengañé: ya se pasará.
Conforme se acercaba la hora de la salida, empecé a tener escalofríos y ya empecé a plantearme la opción de que si la cosa se ponía fea, hacía la carrera de 5. Fui a calentar con Ari y empecé a sentirme mejor, así que me puse el dorsal y para el cajón.
‘Voy a intentar salir despacio y apretar en la segunda mitad, algo que ya empiezo a tener controlado. La gente sale como loca, nada más abandonar la salida nos metemos en una calle de doble sentido por donde ya vienen los primeros, ese tramo es un poco loco porque entre la gente que se sube a la mediana para adelantar y los que vienen de frente, de noche y todos de rojo parece una escena un poco dantesca y loca, muy loca. Intento mantener el ritmo y lo consigo a duras penas esquivando adelantadores y gente más lenta que ha salido por delante.
Casi llegando al km2 oigo mi nombre, me giro, es Laura Alós, mi compi de Bombers :) así que me quedo con ella y aunque me dice que tire, prefiero ir acompañada, así además, escapo del ‘efecto lute’. Me comenta que ella hace la de 5 km y pienso, jo, que pena, bueno, al menos vamos juntas media carrera.
Vamos bien, me siento cómoda, las piernas bien. Todo ok. Entramos en la zona más animada de la carrera por las calles de Hospitalet y sigo tirando intentando no perder de vista a Laura, lo que es difícil porque no es que haya mucha iluminación y vamos las dos de rojo.
Pasado el km3 empiezo a notar el estómago revuelto. Llegando al 4 le digo: tía, necesito beber como sea, me siento deshidratada, pero como puede ser si me he bebido un acuarius antes de empezar y llevo toda la tarde bebiendo agua!. Según pasan los metros las piernas siguen bien pero el resto… no.
Cuando encaramos hacia la recta previa a la separación entre la carrera de 5 y 10km, hago un DAFO rápido…
Y cada vez me empiezo a encontrar peor, y me acuerdo de Sitges. Me acuerdo que cuando uno no está bien, es mejor no forzar. Que hacemos esto por gusto, y que nadie nos pone una pistola en la cabeza para terminar. Por no hablar del riesgo de perderme, y que narices, que no me apetece nada, pero nada, cambiar el buen recuerdo que voy a tener si paro, por arrastrarme por un polígono a las 11 de la noche ( riesgo de pérdida/abandono: más rojo que la camiseta de la Bolsa). Así que le digo a Laura: que me voy contigo por el 5. Y entramos en la recta que separa las dos carreras y no me arrepiento ni por un segundo de haber tomado esta decisión.
Es más, a pesar de la acumulación de gente que hay en la entrada, entro con una sonrisa. Y nada más parar el crono veo a Aouita, me paro…y me doblo. Un dolor en el costado agudo que no es flato y que sin duda me tengo que mirar. Sólo me había pasado un día haciendo cambios de ritmo en cuesta y no le dí importancia. Es un dolor muy agudo, como si te pincharan con una aguja en las costillas y me tengo que quedar quieta unos segundos. Y en ese momento, termino de despejar cualquier duda sobre la decisión tomada’.
Cuando no es el día, no es el día, y no pasa nada. Y a pesar ‘de los dolores’, terminé muy contenta, haciendo la cola de la fideuá y echando unas risas con Laura y Alex.
La fideuá estaba muy rica, la probé pero mejor no arriesgar dadas las circunstancias…
Moraleja 1 :
Si pillas un gripazo la semana antes de una carrera:
a) acabas de pasarlo y no corres
b) te tomas la medicación/tratamiento completo aunque te parezca que estás bien (y entonces, a lo mejor te sale medio bien. Pero ya sabemos que algunas somos del prueba-error :) )
Moraleja 2:
Si aún así ni te planteas no ir a correr, mente abierta para cambio de planes ( de ritmo, de recorrido, lo que sea…), disfruta lo que puedas y sufre lo imprescindible, con la plena consciencia de que no estás bien. A veces las carreras tienen una motivación especial y acaban siendo ‘nuestra épica’, pero hay otras sin trascendencia que pueden acabar siendo un mal recuerdo, y no hace falta.
Bibliografía sobre la carrera: Consejos Expres y A Examen by David Jimenez
Vale, ya sé quien me ha pegado el trancazo sin tan siquiera vernos el sábado. Yo te maldigo!
Jaja el karma ya te ha maldecido a tí
tal para cual, com bé dius #failhospitalet, a vore si a la propera aconseguim un #onfire ;)
Jejeje esperem jajaja vaya tela ;)
Reblogueó esto en de mi interés.