El Maratón de Frankfurts

I’m back. Después de varios meses sin actualizar el blog, vuelvo a la carga. Han sido cuatro meses laboralmente muy absorventes y tengo muchas cosas atrasadas que contar, pero tranquilos! no voy a bombardear! Poco a poco.

La lesión que padecí tras la marató de Barcelona y que me tuvo alejada de los ruedos durante más de dos meses, además de alejarme, de alguna manera me quitó la ilusión. Para colmo el abandono en el 10k nocturno de Barbastro, la acabó de fulminar. Si, salía a correr y no me sentía feliz. Era una sensación de vacío que aún a día de hoy todavía persiste. La verdad es que mis circunstancias laborales en un proyecto muy exigente, los viajes y estancia en México tampoco han ayudado, pero bueno, seguimos buscando la vuelta de las mariposas. Desde entonces, no he vuelto a correr en una carrera en España, no es postureo, es que prácticamente no he estado aquí :(.

5k y 21k en el DF y Media en Inglaterra (próximamente en sus pantallas), lo cierto es  que el hecho de correr fuera le ha dado un aliciente al asunto, pero la desmotivación no me abandona.

Ayer recibí el dorsal para el maratón de Frankfurt, se me iluminó la cara de nuevo, pero a los pocos segundos la realidad se encargó de recordarme que… es un maratón, y es dentro de dos semanas. Y la pena me invadió porque no lo he podido preparar como se merece. Me autoconsuelo pensando que sin vacaciones y trabajando 14h al día a 9.000km de mi casa, ha sido muy difícil por no decir imposible. Tampoco tengo la certeza de que mi rodilla aguante, ya que este verano corriendo en México me caí en una carrera y he tenido que volver a la rodillera.

Nos pondremos en la linea de salida, porque ya que voy, ir para nada es tontería, pero  hasta donde llegue, llegaré. Me da una rabia… nunca he sido de no  ir la guerra cuando la batalla está perdida, pero hay que ser realista y dejar la cabezonería a un lado. No te rindes cuando lo has dado todo por el objetivo, pero cuando  has dado tan poco…

En cualquier caso voy a ir, y voy a animar un montón a mis compañeros de La Bolsa del Corredor que SI se la han preparado y sobre todo a Francis, Irina, Laura y David, los chicos del #retoFrankfurt que debutan con todas las ganas y sobre todo, ilusión del mundo. Y lo van a conseguir, los cuatro. No tengo ninguna duda. Ellos si han hecho un buen trabajo y se lo merecen mil!

En el peor de los casos, como decimos con Roger, haremos el maratón de Frankfurts :P.

Más Maratest y menos Mitja Barcelona

Por fin estoy en casa tras una dura semana de trabajo, con viaje intercontinental de por medio, que me ha robado todo el tiempo libre necesario para poder escribir las crónicas de las dos últimas carreras: la Mitja de Barcelona (21,095km) el pasado 17 de febrero  y la Maratest , en Badalona (30km) el pasado domingo 24 de febrero. Dos hitos muy importantes en la preparación de la gran prueba, que en estos momentos el contador marca que quedan  15 días: la Marató de Barcelona.

Son dos carreras que no me han ido bien. Nada bien. A pesar de que en la Mitja bajé 4 minutos mi mejor marca en medio maratón, no tuve la sensación de felicidad total característica del objetivo cumplido. En el caso de la Maratest a nivel marca fue peor, empeoré el registro del año pasado y además, llegué la última. Lo  que aún ahora no me creo, es, cómo pude llegar. Pero bueno, para alguien como yo, la marca precisamente, no es lo más importante. Estoy muy satisfecha por haberlas terminado. Lo que no me ha gustado han sido las sensaciones que he tenido porque me han despertado ciertos miedos de cara al gran día que hasta ahora, gracias a la seguridad que proporciona el  duro entreno, no habían salido a saludar.

Hay cosas que tengo claro que hay  que controlar más sí o sí, la alimentación ( desde hoy se inicia la operación ‘protector de estomago-no mas carreras con dolor’) y el descanso (físico y mental) los días previos. Pero  hay otras que ya sabía y que irremediablemente, no voy a poder controlar. Es muy triste reconocer que al final mi maratón dependerá del día que salga: si no hay sol y una temperatura tirando a baja, quizás pueda mejorar la marca del año pasado. Si hace sol o calor…que sea lo que Dios quiera. Me da mucha rabia, me da rabia infinita no poder hacer algo para que el clima no me afecte tantísimo. Debería pensar que voy a mejorar porque he llevado un entreno infinitamente mejor que el año pasado como ya he comentado en otros posts, pero al final…por pensar eso quizás, he quedado más desilusionada en citas que en realidad, no me han ido tan mal ( que llegué la última, pero el año pasado fui penúltima).

Y esto, es una reflexión, ‘en voz alta’. No una excusa. Las excusas sirven para engañarse a uno mismo o engañar a los demás, y creo que justamente estoy haciendo lo contrario, reconocer mis limitaciones.

No voy a hacer una crónica de lo que fue la Mitja de Barcelona: un cabreo constante. Ni de lo que fue la Maratest: un sufrimiento sin límite ( a día de hoy se ha convertido en mi carrera top de sufrimiento físico y mental y al mismo tiempo en la top de superación de ese sufrimiento, 25kilómetros con la única idea en mente de abandonar y no hacerlo. Y eso cansa, cansa mucho más que la carrera en sí).

Lo que voy a hacer es explicar  cosas que pasan en el ‘último cajón’ y depende de  la Organización, que se lleven mejor…o peor. Y de la honestidad de los demás corredores, también.

Empecemos con las cosas que les pasan a los de atrás cuando la Organización…digamos que le importan más bien poco los corredores y se dedica a saludar con ojos así : €€

Señoras y señores con ustedes: La Mitja de Barcelona.

Se han escrito ‘ríos’ de tuits y posts acerca del precio abusivo de esta carrera. Abusivo porque el precio no compensa ni los servicios ofrecidos ni la bolsa del corredor. La polémica se centró en los días previos y también posteriores en el tema de la ‘camiseta’.  Que si es fea, que si es cutre, que tal  y que Pascual. En mi opinión, la marca  es lo de menos. Hay multitud de carreras en las que las camisetas ni siquiera tienen marca comercial ( de hecho diría que en la mayoría fuera del circuito de ‘multitudinarias’). Que se lo podrían currar un poquito con el diseño, pues sí, pero vamos, que no me parece un tema crítico. Lo que si me parece importante es que, si la camiseta tiene un coste n, además la marca es patrocinadora de la carrera, dado el precio de la inscripción la ecuación en una organización de una carrera, que recordemos cuesta dinero, sería: camiseta low cost + precio alto de la inscripción = mayor margen para ofrecer servicios de calidad. O como mínimo, los mismos servicios a TODOS los que han pagado la inscripción.

Pues no.

Hay que reconocer que las salidas escalonadas es un acierto de cara a evitar aglomeraciones  y posicionar a cada uno en su nivel para no molestar a los demás y salir al ritmo que corresponde. Pero… hay peros:

Entre la primera y la tercera salida hubo 15 minutos de diferencia. El tiempo total para completar la prueba eran 2h 45minutos. De tiempo oficial, desde que se inicia la carrera. Pero claro. Resulta que los que salen en la tercera salida, tienen 15 minutos menos que los de las anteriores. Y justamente es en ese segmento donde más tiempo hace falta para completar el recorrido. Bien. Esto a qué nos lleva, a que el grupo de últimos corredores llegó a meta con el tráfico abierto.

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Qué solución ponemos a este problema? pues en esta carrera, fácil, te inscribes por debajo de 1h30 para salir en al primera  y arreando, así tienes el mismo tiempo que los demás.  Porque no, no validan la marca en la inscripción para asignar los cajones. Y si molestas, pues dos piedras, no? Ahí, fomentando el comportamiento #runnerdemierda.

Luego resulta que los de la tercera salida, que insistimos, han pagado el mismo precio que los de las anteriores, llegan al avituallamiento del km.15, el último antes de meta y el anterior a pasar por la zona del litoral ( al descubierto con sol y viento) y oh, no queda isotónica. Y luego llegan a meta y se han acabado los plátanos.

Este problema no es sólo falta de previsión ¿? y/o  racanería de la organización ( recordemos que la marca de isotónica también forma parte del patrocinio) sino de la proliferación en carreras multitudinarias de #runnersdemierda , piratas que o corren sin dorsal o peor, lo fotocopian, incluso de otras carreras!. El día que le pase algo de verdad a alguno de estos, si que nos vamos a ‘reir’ por hacer el pufo. Corredores piratas, os sentiréis muy realizados por correr sin pagar una carrera como protesta o lo que os de la gana, allá vosotros. Por mi que cada uno haga lo que quiera. Pero recordad que vuestros derechos terminan donde empiezan los de los demás, y en el momento en el que yo me quedo sin avituallamiento porque vosotros  tenéis la cara y la falta de ética y compañerismo  de cogerlo…más vale que no me cruce a ninguno haciéndolo.

De los recortadores es que ya ni voy a hablar, pero  los recortadores de la parte de atrás, que me da a mí que es  más por falta de fuerzas que por hacer marca, deberíais plantearos si merece la pena el sacrificio para engañaos a vosotros mismos de esta manera, porque tú, señora que cruzaste de Rambla del Prim directa a Josep Pla, mirando de reojo la subida y bajada de Diagonal y  me hiciste esquivarte para  seguir recortando por la acera, tú, aunque tengas la medalla colgada con orgullo, tú  NO has finalizado un medio maratón. Allá cada uno y su conciencia.

En resumen, los que van atrás son los que más tiempo necesitan para completar la prueba y más avituallamiento necesitan durante, y sobre todo a la llegada, tras haber corrido durante más de dos horas, son los más perjudicados. Y si la lentitud de muchos corredores es un ‘problema’, pues que validen marcas mínimas y no se llame carrera popular y se llame Campeonato de Atletismo.

Es una pena tener que renunciar a correr el medio maratón de tu ciudad para no sentirte estafado, pero en mi caso, mientras se siga organizando bajo esta filosofía, ya me habéis visto a mi y a mis euros, Mitja Barcelona.

Por contra tenemos la Maratest y su filosofía de organizar una carrera popular, un test para ayudar a los afrontarán el reto de la Maratón de Barcelona con la seguridad que proporciona haber realizado una tirada de 30km como prueba de ritmo, sensaciones e ingesta de geles y avituallamiento. Como el circuito son dos vueltas de 15km, se ofrece la posibilidad de realizar sólo una vuelta con la misma filosofía para dar el salto al medio maratón.

Sólo en la recogida del dorsal ya se respira el ambiente popular. Con los miembros de Corredors.Cat como voluntarios, ya sabes, que esto es otra cosa. El precio de la inscripción es bastante decente para una carrera de 30Km y aunque la bolsa del corredor es a la última,  es decir, camiseta y dorsal, se cubre de sobras con la calidad de servicios que ofrece la prueba. Cuando las cosas se hacen bien, hay cosas de las que ni se habla.

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En la primera vuelta la carrera transcurre de una forma normal. En cuanto llegas a la meta, es cuando empieza el suplicio del lento. La mayoría de la gente que llevabas detrás, se ha quedado en el 15k , así que de repente te ves sola  encarando la segunda vuelta. Hay que tener ganas, muchas ganas para enfrentarte de nuevo a los mismos 15km, esta vez sin gente y con el coche de cierre de carrera detrás de tí.

El año pasado tuve la suerte de iniciar esta parte acompañada por mi amigo Ferran y Oscar, un guardia urbano de Badalona que me acompañó toda la segunda vuelta. El año pasado no iba la última. La chica que iba detrás era la que tenía la ‘presión’ del coche de cierre. Pero este año, esta presión cayó sobre mí. Casualidades de la vida  volví a tener a Oscar ‘escoltándome’. Hay carreras en las que te cierran y ya está, aunque por suerte no es la mayoría, o los voluntarios se van ( …y te pierdes ;), pero en la Maratest no. En la Maratest todos absolutamente todos los voluntarios estaban en el mismo sitio en la segunda vuelta y nadie se movió de su puesto hasta que no pasó la comitiva de cierre, presidida por la que escribe :P.

La verdad es que no tengo más que palabras de agradecimiento para la organización, para la Guardia Urbana de Badalona ( sobre todo a Oscar que se ha tragado los  dos años la segunda vuelta con caladas de moto incluidas  y no sólo despejaba el paso sino que además me animaba), para el coche de cierre, que además de gritarme y animarme, se preocupaban por mi y hasta me ofrecieron geles varias veces. De verdad que para mi esa vuelta fue como una travesía del desierto de principio a fin, pero cuando ves que se vuelcan en apoyarte, la gente te anima ( mención especial a los que te gritan en el km 20: va, que ya lo tienes…pues no, señora, no, que me quedan aun 10km!! jeje), como vas sólo, se ve perfectamente tu dorsal y  todos te llaman por tu nombre, te ‘empujan’ y sigues.

Es bonito cuando se cruzan grupos de ciclistas que te gritan y te animan. No tanto el grupo de ciclistas idiotas que le gritaron a Oscar que me subiera a la moto que así iría más rápido. Iba jodida pero no tanto como para no gritarles a ellos: gilipollas! y seguir corriendo.  Tontos hay en todas partes. Y cuando, al pasar el medio del paseo repleto de gente, oí a un niño pequeño que le decía a su padre: papa, es la última? fue de inicio, como un jarro de agua fría de realidad ( no me había dado cuenta en los últimos 10km jajaja) pero fue un pensamiento de un segundo, porque al  siguiente pensé: si, y? Realmente me daba igual. No es que no me hubiera dado cuenta, es que no pensaba en ello.

 A  menos de dos kilómetros de la llegada casi tengo que abandonar por la fuerza, pero aprendí que control mental sobre el cuerpo, puede ser posible: ahora no, después de lo que has pasado para llegar hasta aquí, ahora no paras.  Y a un kilómetro de meta, tener esperando a compañeros de la Bolsa, que corren contigo y te llevan a meta, es el inicio de la sensación de alegría y la carrera se acaba, pero la dicha no. Y encaras la recta viendo el fin del sufrimiento, por fin, y ves a tus compañeros de la Bolsa del Corredor bajo el arco y de repente, hasta los voluntarios y los speakers te hacen un paseillo…  y entras ‘volando’. Esos últimos metros no los hicieron mis piernas. Me llevasteis vosotros.

Por supuesto no faltó de nada, ni líquido ni sólido, en ninguno de los avituallamientos. Está claro que el volumen de corredores no es comparable con el volumen de corredores de la mitja, donde  no llego la última ni la penúltima, pero no cambio la sensación de buen trato y cuidado de la gente de Maratest por una posición y terminar con un cabreo de aupa. Así que por supuesto, la Maratest 2014, será una cita ineludible.

 Al final, lo que importa … es lo que importa.

Empezar una carrera y acabar como Forrest Gump

Dicen que de los errores se aprende más que de los aciertos. En mi caso puedo corroborar que es cierto. Soy tan cabezota que sólo aprendo a base de ‘evidencias consumadas empíricamente’. De la autodemostración. Si no lo veo, no lo creo. Ahora si, no hace falta ‘explicármelo dos veces’. Voy a compartir mi experiencia por si hay alguien en el mundo tan mentecato como yo, le pueda servir para no cometer los mismos errores. Aunque lo lleva clarinete si también es un ‘empírico’ :P

Me da rabia porque siempre me pasan cosas, por inconsciencia, desconocimiento, falta de preparación, experiencia…no se, pero  al final, tengo la sensación, que de cara a fuera parecen excusas y esto me angustia muchísimo. Y lo mejor de todo es que nadie me ha demostrado tal cosa, al contrario, siempre he encontrado infinitas muestras de apoyo y de cariño, pero no puedo evitarlo.’ Tengo miedo’  a ser considerada una de esas personas que mienten, pero sobre todo, que se mienten a sí mismas, por encima de todo. Porque es algo que aborrezco profundamente. No lo puedo evitar, se que es irracional, pero es así. Manías de una.

Hoy ha sido otra de esas ocasiones en las que me he lanzado al asfalto ‘a lo loco’. Tras una semana complicada para seguir los entrenos, estaba muy satisfecha con los mismos y tenía los ojos, y mucha ilusión, puestos en la Media de Sitges, aunque en realidad no era más que una tirada larga de entreno para el objetivo real  del 2013: terminar y  mejorar la marca en mi segundo  Maratón de Barcelona.

Ayer sentí unas molestias en el estómago durante todo el día, no les di importancia ->Error. Lección nº 1: escucha a tu cuerpo.  A eso de las 20h, platito de pasta de rigor y a dormir a las 23h. Hasta ahí todo normal, hasta las 2h de la mañana, hora en la que empezaron las Fallas en mi estómago. De marcha hasta pasadas las 5h.

Una persona en sus cabales, al sonar el despertador hubiera hecho dos cosas: 1) no ir a correr y quedarse en la cama recuperando o 2) ir a hacer el entreno mas tarde por Barcelona sin necesidad de madrugar tanto y desplazarse a Sitges.

Pero yo por las mañanas no soy persona, no pienso, soy un robot, así que había quedado con mi amigo Ferran en Sants a las 7.50 y ni por un momento se me ha pasado por la cabeza no ir. Eso si, sin desayunar, por si las moscas. Un café y arreando.

Al llegar a Sants, botella de ‘bebida isotónica’ en mano y ale, al tren y para Sitges en modo ‘a verlas venir’. Tras recoger los dorsales, me he encontrado con Isaac, compañero de La Bolsa del Corredor y los 3 hemos estirado y calentado un poquito. Hemos visto a Raul, otro compañero de la BC , a David ‘mi mentor bloggero’  y también a Kike ( por fin coincidimos en una carrera! ;)

Unos minutos antes de la salida, Isaac y yo nos hemos colocado  en el cajón azul (esta vez, no había blanco ;). Siempre mola compartir los nervios previos con alguien, ya que normalmente, ahí ya suelo estar sola. Como podéis observar, lleno hasta la bandera,  de este cajón salían la mayoría de los participantes.

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He ido tranquila controlando el ritmo, aunque no estaba cómoda, no me sentía bien… nada que ver con piernas y respiración que iban bien, era, pues eso, malestar en general. Cuando estaba llegando al km 8, he empezado a pensar que igual no podría mantener el ritmo los 21 km. Así que en una decisión rápida, me he decantado por hacer los 110′ que tocaban hoy,  intentando seguir ese ritmo, sobre terminar la media bajando. Lo  iba a bajar seguro porque si eramos pocos, mi archienemigo  Lorenzo the sun, estaba por ahí también tocándome las narices, así que me he dicho: tira, tira y vas viendo…

Llegando a los 10 y adelantada por los pros, entre ellos el campeón Roger Roca, con el que justamente la semana pasada compartimos un entreno organizado por la Bolsa del Corredor en la playa, me ha dado por gritarle: venga Roger! Ya lo tienes. Iba volando el tío y yo jodida jajaja.

Y jiji jaja… Incidente. La ambulancia, coche escoba y demás, no iban todo el rato detrás como suele ser lo normal, supongo que a causa del recorrido y la estrechez de las calles …el caso es que he llegado a un cruce,  ha salido una ambulancia de no se donde, se ha parado de golpe,  pegadita a la acera para no molestar, casi me como al  tío que ha tenido a bien abrir  la puerta en medio de una carrera sin mirar. No me  he dado de morro de milagro, benditos  reflejos … y allí ha empezado mi caos.

Primero, han abierto unas vallas por medio para que pasaran unos pros…no se por qué, supongo que la segunda vuelta el final sería diferente, no se. La cuestión es que con el follón de los que estaban llegando, casi me voy a la meta jajaja os imagináis?  y suerte que un señor me ha indicado! En ese momento no tenía ni idea de si había gente por detrás, ni por delante, porque el paseo se confundía con viandantes y gente con dorsales que venia caminando, entiendo que porque habían abandonado y la ambulancia en contra dirección. En ese momento y viendo el percal, lo he decidido: a entrenar, tenía  muchos puntos para perderme  ( el recorrido que me esperaba los próximos 5 o 6 km transcurría por urbanizaciones, no había público, sólo vallas y voluntarios, y cuando vas  sólo a  cierta distancia por delante o por detrás, es muy fácil perderte en carreras en las que serpenteas, si no te conoces el recorrido o el voluntario que te indica en ese momento, no está o se ha ido). Mientras bebía, le he escrito un mail a Jose, nuestro entrenador,  diciéndole lo que iba a pasar, necesitaba hablar con alguien en ese momento, tenía  decírselo a alguien. Otra de las desventajas de ser un tortuga y correr sólo. Nadie tira de ti. Eres tú y tu cabeza.

Corriendo hasta el final del paseo, giro, sigo recto, hasta ahí me acordaba pero he llegado a la primera bifurcación, no había nadie allí y he tirado por donde he visto vallas…vallas, que, al poco tiempo me he dado cuenta que eran de ‘obra’, del mismo color, vamos, que no era la carrera.  He seguido unos 300m y al cruzar la siguiente calle he visto que el recorrido iba por allí, había gente y voluntarios, pero no era cuestión de recortar a lo Rajoy!. Así que ya con el destino totalmente decidido, me he puesto a correr el tiempo me quedaba para terminar el entreno. Es que era para verme; la carrera para un lado, y yo para el otro, en paralelo o en contra dirección.

En resumen, entre que,  andaba medio ida ya con  el lío de calles, vallas,  estrés mental de para dónde voy, cómo esquivo la carrera,  el ritmo, cuantos km debo llevar… he acabado con una empanada mental de traca. Ni sabía que ritmo llevaba ni km ni nada, sólo que seguía corriendo.

Si, podéis decirlo. Forrest Gump. Corriendo como Forrest Gump  hasta que el crono ha marcado 1h50.

Contenta por el entreno pero con mal sabor de boca  por las circunstancias (y porque a estas horas sigo incapaz de comer nada sólido y estoy un poco arrugaíta ), pero bueno.

Como decía Scarlett O’Hara: ‘después de todo, mañana será otro día’.